Valoración de Futuro en Común de la Cumbre de los ODS 2023

 

En Futuro en Común vemos preocupante la falta de compromisos internacionales en la Cumbre de los ODS, en un momento crítico para la humanidad y el planeta.

 

Las conclusiones de diversos informes muestran una situación muy grave a nivel mundial, de retrocesos profundos, que nos alejan del logro de los ODS para 2030. Previamente a esta Cumbre, se dio a conocer el Informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023 de Naciones Unidas donde constaba el aumento del hambre y de la pobreza extrema, de la desigualdad a nivel global, el recrudecimiento de la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y el aumento de la contaminación. En el mismo sentido, el Informe 2023 del Grupo de Científicos Independiente dibujaba una situación muy grave, advertencia que ya constaba en su informe 2019 donde señalaban que, sin un giro de timón, teníamos pocas probabilidades de alcanzar los ODS para 2030.. A esto se suma, la alerta del  Informe sobre el estado de la sociedad civil 2023 de Civicus del deterioro del espacio cívico, del aumento de la criminalización de la protesta y de los discursos de odio, así como del retroceso democrático generalizado. Todo esto en un contexto internacional en el que la ultraderecha ha elegido esta Agenda, otrora de consenso, como la encarnación de todos los males, aumentando su permeabilidad social, política e institucional, con la consecuente amenaza para las agendas públicas que priorizan la paz, los derechos humanos, la igualdad o la lucha contra el cambio climático. Al tiempo que los conflictos armados y el militarismo están desgarrando comunidades y millones de personas se ven afectadas por la guerra, desplazamientos y pérdida de hogares.

 

Esta Cumbre debería haber supuesto un momento de refuerzo y empuje contundente hacia la consecución de los ODS y sin embargo, no lo ha sido. Una muestra clara de su debilidad es que, a pesar de la llamada del Secretario General de las Naciones Unidas a “rescatar los ODS”. ha participado un número reducido de líderes mundiales en la misma y no se han producido nuevos compromisos financieros significativos.

 

Como punto positivo se puede destacar que a pesar de las incertidumbres iniciales, todos los estados firmaron la Declaración Política de la Cumbre sobre los ODS. En la negociación de la misma, que tuvo lugar los meses previos, hubo desacuerdos alrededor de varios temas, entre otros, los relacionados con el lenguaje sobre la igualdad de género, el cambio climático y la financiación necesaria para alcanzar los ODS, pero finalmente se consiguió un acuerdo.

 

Sin embargo, la Declaración nos habla principalmente de compromisos ya existentes y ofrece pocas acciones prácticas nuevas. La necesidad urgente de aplicación y ejecución de respuestas no se ve acompañada de nuevos compromisos audaces.

 

En particular, los debates sobre financiación y la arquitectura financiera internacional continuarán tanto en las Naciones Unidas como en otros foros e instituciones. Se plantea la necesidad de mecanismos para cancelaciones y reestructuraciones de deuda, pero nuevamente no hay compromisos firmes y ambiciosos.

 

Por otro lado, es positivo que se haya recogido la necesidad de mejorar la monitorización del progreso y el acceso a mejores datos para su seguimiento, así como la necesidad de reformar espacios como el Foro Político de Alto Nivel- una demanda que  la sociedad civil lleva haciendo tiempo para que estos foros sirvan de verdad para el monitoreo, la identificación de gaps y la asunción de compromisos.  Sin embargo, la sociedad civil está observando cómo cada vez tiene menor presencia y voz, mientras que el sector privado va ganando terreno en dichos espacios. Esto genera un desequilibrio en la influencia en la toma de decisiones, y amenaza seriamente la buena gobernanza de la Agenda.

 

La ventana para acometer las transformaciones económicas, sociales y medioambientales cada vez se estrecha más y es momento de pasar de las grandes declaraciones políticas de los gobiernos a cumplir los compromisos que hace 9 años pusieron sobre la mesa.

 

*Texto: Futuro en Común