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Hablamos con Mikel Mancisidor sobre la paz
Mikel Mancisidor es un reconocido académico y profesional en las áreas de Relaciones Internacionales, Derecho Internacional e Historia. Con una formación en distintas disciplinas, ha centrado su carrera en los derechos humanos. A lo largo de su trayectoria ha desempeñado roles relevantes, incluyendo su trabajo en el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU y su labor como director de UN Etxea durante 10 años.
Con motivo de la convocatoria de la XV edición del concurso de piezas audiovisuales ‘Dame 1 minuto de PAZ’ hemos tenido el placer de hablar con él y le hemos podido realizar estas preguntas en relación con su experiencia en el ámbito de los derechos humanos, la paz, y los desafíos actuales que enfrenta la sociedad global:
Mikel, has sido miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU desde 2013 a 2024, son muchos años, ¿cuál es el papel vuestro y del Comité en la promoción y defensa de los derechos humanos y la paz?
Un concepto suficientemente ambicioso de paz incluye el disfrute de los derechos humanos. Por lo tanto, los comités internacionales encargados de la monitorización del cumplimiento de las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos tienen un impacto en la calidad de la paz. Los Comités de Derechos Humanos tienen funciones como dialogar con los Estados para monitorizar el cumplimiento de sus obligaciones, recomendar mejoras, resolver comunicaciones individuales, y contribuir al desarrollo progresivo del Derecho Internacional de los derechos humanos. Todo esto impacta en el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales y, consecuentemente, en las condiciones que asociamos a una paz positiva.
Estamos en un momento en el que hay conflictos bélicos en todas las regiones del mundo, ¿existen mecanismos en el Derecho Internacional para hacer frente a esta situación tan crítica?
Las relaciones internacionales están cruzadas por elementos de violencia, conflicto, injusticias, guerras, sufrimiento, desigualdades y discriminación. El Derecho Internacional por sí solo no es suficiente para terminar con estas situaciones, pero introduce elementos importantes. Establece normas y principios que permiten juzgar el comportamiento de los Estados, obliga a rendir cuentas, empodera a las organizaciones sociales y a las víctimas con instrumentos de protección y defensa, e introduce mecanismos de persecución de delitos, incluso de responsables de crímenes internacionales. Esto es algo que vemos en los distintos conflictos actuales.
En 2023 polarización fue lamentablemente la palabra del año según la FundéuRAE, para 2024 no apunta a que puedan elegir un término más esperanzador. Parece que nos movemos en tiempos de fake news, discursos de odio, descrédito de las instituciones democráticas, Trump vuelve al poder, etc. ¿Qué tenemos o podemos hacer para que la palabra del año sea PAZ?
Yo me conformaría hoy por hoy con resistir a la polarización. Eso sí está en nuestras manos. ¿Cómo resistir a la polarización? Cuidando con mimo los espacios en los que participamos. Si nos preocupa la polarización, debemos cuidarla en nuestras relaciones, en el lenguaje, en el significado de las palabras, y en cómo protegemos la verdad y el conocimiento. Cada uno tiene una tarea: proteger los espacios de diálogo y fomentar escenarios de paz desde nuestras posibilidades limitadas. Las redes sociales están diseñadas con mecanismos y algoritmos que fomentan emociones negativas. Por ello, debemos ser muy cuidadosos con nuestro acceso a estas plataformas y, para lograrlo, es fundamental afinar nuestra capacidad de discernir entre fuentes confiables y aquellas que no lo son.
Se destaca la importancia de la educación como una herramienta esencial para promover la paz. Por eso, ¿Cómo crees que pueden las instituciones educativas contribuir a la formación de futuros defensores de la paz y los derechos humanos?
La educación es clave. No solo se trata de enseñar valores de respeto y convivencia, sino también de formar ciudadanos críticos, capaces de discernir información y participar en un diálogo constructivo. Yo creo que los retos globales actuales tienen que ver con la protección de los derechos humanos y la democracia. Eso pasa por cuidar los valores, el diálogo público y ciudadano, y la calidad de la información. También tiene que ver con cómo manejamos, replicamos y compartimos la información. Cada uno de nosotros tiene la tarea de proteger los espacios donde participamos para que el diálogo y la construcción democrática sean posibles.
El papel de la juventud es fundamental, no nos cansamos de oírlo, incluso así lo reconoce el recién aprobado Pacto para el Futuro cuando dice «aceleraremos el cumplimiento de nuestros compromisos sobre la juventud, la paz y la seguridad». ¿Tendrías algún mensaje o reflexión para que las personas jóvenes nos sumemos en la construcción de la tan ansiada PAZ?
Lo que he comentado previamente se aplica a todas las edades, pero especialmente a los jóvenes. Escapar de las emociones negativas y de las redes sociales como único espacio es clave. La vida está fuera, en espacios de calidad, en el respeto mutuo, y en participar en espacios públicos reales. Hay que fomentar el diálogo, la comprensión y la escucha, que son los fundamentos de una democracia digna de tal nombre. Es importante participar en espacios públicos reales, ser activos en organizaciones comunitarias y fomentar lo que algunos llaman ‘capital social’, que no es más que trabajar juntos por el bien común. Esto es esencial, especialmente para vosotros, que tenéis en vuestras manos el presente, no solo el futuro.
Mikel, ¿qué es para ti la PAZ?
La paz tiene muchas aristas y significados. Según me hago mayor, la asocio más al ámbito personal, a estar en paz conmigo mismo y mi familia. Desde un punto de vista internacional, tenemos el debate entre la paz positiva, que incluye igualdad, no discriminación y desarrollo humano, y la paz negativa, que es la ausencia de conflicto directo. Con tantos conflictos internacionales en lugares como Gaza, Ucrania, Yemen o Siria, incluso la paz negativa ya sería un logro inmenso. Entre este mínimo y el ideal de la paz positiva, ojalá avancemos poco a poco hacia un camino intermedio.
¿Hay alguna canción que cuando la oyes te hace pensar en la PAZ?
Hay muchos libros y canciones, pero ahora, en época prenavideña, me viene a la mente ‘El Mesías’ de Händel. Habla del ‘Príncipe de la Paz’ y me remite a la esperanza de algo nuevo que viene, algo mejor. Eso, para mí, es lo que representa.
Foto de portada: Universidad de Deusto.
Begoña Guzmán Sánchez. Responsable de Cultura para la Transformación Social en UN Etxea – Asociación del País Vasco para la UNESCO. https://es.linkedin.com/in/begonaguzman
Marta Pertika Jiménez. Alumna del doble grado en Relaciones Internacionales y Derecho de la Universidad de Deusto. https://es.linkedin.com/in/marta-pertika-129a57